La tipografía en el diseño y el lenguaje visual
Así como el lenguaje mismo, en el mundo del diseño la tipografía es un idioma universal. Las formas, colores, tamaños y diseños hablan en gran medida; con ellas podemos transmitir toda clase de mensajes, así como sensaciones, emociones y un marco de referencia sorprendentemente amplio.
La psicología de la tipografía, muy de la mano con la grafología, se encarga de estudiar los efectos que tienen los distintos tipos de letra que podemos utilizar como imagen corporativa o inclusive en nuestro uso personal.
Y es que hay que tomar en cuenta que no podemos elegir la misma tipografía si queremos dar una imagen moderna que si nuestra intención es proyectar algo clásico. Del mismo modo que los colores, la ropa y las imágenes en general, la apariencia elegida para presentar nuestras palabras forma parte de un entramado visual que puede decirlo todo sobre nosotros y nuestro trabajo, lo mismo que transmitir la idea equivocada cuando no se hace apropiadamente.
Para darnos una idea general, analicemos algunas de las agrupaciones tipográficas más comunes referidas por la psicología de la tipografía.
Serif: Llamadas así por las coletas o “Serífas” en los bordes de las mismas, estas letras son de las más clásicas. Se asocian con una sobriedad natural y se cree que tienen un efecto calmante, por lo que se recomiendan para textos largos ya que las coletas dan continuidad y fluidez a las palabras entre sí.
Sans Serif: también llamadas “Rectas” o de “Palo seco”, estas tipografías se caracterizan por un estilo sobrio que pone de manifiesto la falta de una mano humana en su elaboración. Suelen ser prolijas, minimalistas y modernas, utilizadas principalmente para textos medianos, medios digitales y para textos claros en imagen corporativa.
Script: conocida por igual como “Manuscrita”, este tipo de fuentes da la sensación de estar conectada entre sí, como la escritura cursiva. Debido a su complejidad de trazo, se recomienda solamente para títulos y nombres cortos, ya que su uso en textos puede complicar la lectura. Se suele asocial con la elegancia y sofisticación que desborda su intrínseca naturaleza.
Artísticas: son estas las fuentes más libres y variables, realizadas por diseño y que suelen integrar elementos variados de las categorías anteriores, pero sin ajustarse a ninguna de ellas. Este tipo nos da la libertad de romper los parámetros y crear una imagen verdaderamente única. Se utilizan principalmente en logotipos y títulos.
Conociendo estas categorías, uno puede en verdad captar la personalidad de una marca, así como proyectar la propia, y es que la asociación termina siendo un fenómeno inevitable, por ejemplo; una tipografía de líneas finas, curvas y prolongadas es más asociada con la elegancia que una corta, gruesa y angular, mientras que por otro lado una fuente amplia, redonda y espaciada se considera más infantil que una sobria, lisa y proporcionada.
Así que, la próxima vez que miren una tipografía, noten sus peculiaridades y la manera en que esta juega con la imagen discursiva, mientras mas coherente sea, mejor integrada estará su personalidad visual y más efectivo será el resultado de la misma.