¿Por qué somos otros en las redes sociales?
El cerebro y las Redes Sociales
El científico social Sherry Turkle, dice que estamos perdiendo un sano sentido de la compartimentación. Las investigaciones realizadas por el científico social Sherry Turkle, de la Universidad de Harvard, concluyen que al compartir determinados pensamientos en Facebook, el cerebro activa el sistema neuroquímico de recompensas en mayor medida que si solamente se compartieran cosas que no tienen la menor relevancia.
Los expertos coinciden que en nuestro cerebro existe un mecanismo de autorregulación, pero… ¿cómo funciona éste? Cuando hablamos con alguien, nuestro cerebro actúa rápidamente para intentar impresionar al otro, e intentamos parecer atractivos, inteligentes e interesantes. Al hacer ese esfuerzo, el cerebro tiene menor capacidad para filtrar qué decimos y a quién.
Russell W. Belk, presidente de marketing de la Universidad de York, ha investigado el por qué hay personas que son reservadas en la vida real y sin embargo, cuentan todo por Internet. Belk considera que nuestra interacción con las redes sociales está generando en cada individuo una idea más compleja de lo que pensamos que somos. Internet nos permite construir nuestra identidad de una forma que nunca habíamos hecho.
Por un lado, nos permite ser invisibles, por lo que tiene un efecto desinhibidor. Cuando hablamos cara a cara, lo que hacemos genera una respuesta inmediata en nuestro interlocutor, sin embargo, cuando compartimos algo en una red social, no vemos las reacciones inmediatas; aunque la ironía radica en que, si bien cuando compartimos somos “invisibles”, cientos de miles de personas pueden llegar a ver lo que publicamos o compartimos.
De esta forma, se consigue construir un “yo” en línea que puede diferir de cómo se es cara a cara. Esto en ocasiones puede ser terapéutico, pero en otros puntos, sobre compartir cosas en redes sociales, puede significar una necesidad de volverse famoso y sobre todo, tomado en cuenta.
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