Costumbre que deja frutos
¿Eres de aquellas personas que sabe guardar sus comentarios, pero no las moneditas que sobran después de comprarse el café de las mañanas? Entonces, esto es para ti.
Ahorrar es un concepto bastante sencillo: guardar una cierta cantidad de dinero de nuestro ingreso para así tener los fondos necesarios para lograr algo en un futuro cercano. La parte considerada como “complicada” es hacerse a la idea de que ahorrar no es un truco de un solo acto, sino que es un hábito constante que requiere disciplina. Es un tipo de dieta monetaria, si así quieren ponerlo.
La acción de ahorrar tiene una característica muy distintiva, es multiusos. El proceso básico siempre es el mismo: guardar dinero y mantenerlo a salvo de usarlo en una rebaja de último momento, siempre pensando en los beneficios a largo plazo o que ese monto estará ahí en “caso de emergencia”.
Pero…¿Por qué es tan importante ahorrar? No es solo por las razones materialistas de tener asegurado un fondo, sino que va mucho más allá de eso. El ahorrar es un arte que, a su manera, nos enseña auto-control. Imagina que después no solo seas capaz de ahorrar dinero, sino de cumplir la promesa de “empiezo ir al gym el lunes” o “ya me voy a poner a trabajar en lugar de pasar más tiempo en mis redes sociales”.
¿Aún no te encuentras lo suficientemente motivado para tan si quiera pensar en comprar un cochinito? ¡No te preocupes, a continuación te presentamos unos cuantos tips que tal vez hagan cambiar tu parecer sobre el asunto.
1) Piensa en la cantidad de cosas que puedes hacer con ese “guardadito”. Ya sea para hacer un viaje. Para un nuevo guardarropa. El carro de tus sueños. Arreglar algún cuarto de la casa. Para la maestría. El regalo para un familiar. ¡Hasta comprar una mascota!
2) Cuando te encuentres en una situación donde estés a punto de adquirir algo de considerable valor monetario, piénsalo dos veces. ¿En verdad necesitas esa cafetera moderna que sirve más de decoración que como utensilio? Si comienzas a dudar de la respuesta, es un indicio que deberías de reconsiderar la compra.
3) Has conciencia de tus gastos diarios. El café, unos chicles, salir a comer o cenar varias veces a la semana…todo esto por separado no parece ser la gran cosa pero, una vez que sacas las cuentas, puedes darte cuenta que esos gastos “pequeños y frívolos” son los que terminan haciéndote gastar de más cada día.
4) Ponerte la meta de ahorrar una cierta suma cada semana. Esto hará el proceso un poco más dinámico y sentirás que estás en una especie de competencia para probar tu fuerza de voluntad.
5) Tampoco se trata de guardar todo tu dinero para el futuro y dejar de disfrutar el hoy, esto es mucho más sencillo de lo que crees. De tu ingreso puedes sacar bastante provecho al ahorrar desde un 10% del mismo. Cualquiera que sea la cantidad, al final de la semana tendrás todo para ti, un monto que no existía antes.
Al final del día: ahorrar es una actividad hecha por ti, para beneficiarte a ti. Piénsalo y aplícalo, sus resultados valdrán mucho la pena.
Por: Balila Schmal – SBGDL